Las placas secas constituyeron el salto tecnológico que experimentaría la fotografía en 1871. En lugar de preparar laboriosamente las placas sensibles y exponerlas y revelarlas todavía húmedas, los fotógrafos podían preparar sus propias placas, secarlas y guardarlas para el momento de la toma. O mejor aún, comprar placas fabricadas por empresas que se dedicaban a este fin. La aparición de las placas secas provocó una amplia difusión del oficio del fotógrafo, y muchos fotógrafos que trabajaban comercialmente con las placas húmedas vieron esto como una amenaza a su trabajo.

En 1889, en Estados Unidos, George Eastman comienza a producir películas fotográficas. El soporte de vidrio rígido fue reemplazado por un material transparente y enrollable, un rollo de película que permitía tomar varias fotografías seguidas sin necesidad de cambiar una placa rígida de vidrio por otra. El peso del equipo que debía cargar un fotógrafo se reducía drásticamente ante el cambio de soporte.

Pero la innovación más revolucionaria fue la cámara Eastman Kodak.

George Eastman se dio cuenta de que tomar fotografías podía interesarle a todo el mundo, y para que esto ocurriera, separó las dos funciones principales de la fotografía; la toma y el revelado. Así surgió el slogan “Usted apriete el botón, nosotros hacemos el resto”.Los clientes compraban una cámara cargada, tomaban fotografías a su gusto y enviaban la cámara a la planta de Eastman Kodak, donde le quitaban el rollo, lo procesaban, hacían copias de éste y enviaban al cliente la cámara recargada, los negativos, y las copias fotográficas de estos.

Eastman consideraba que existían dos públicos diferentes para la fotografía: los fotógrafos comprometidos con el arte o el oficio, que estaban interesados en el procesado y que contaban con el tiempo y dinero suficiente para aprender el arte fotográfico, y los simples “usuarios”, que querían simplemente tener un recuerdo de sus vidas, sin ningún interés en aprender “el resto”. Este concepto, así desarrollado, se extendió a todo el planeta. Las mejoras de la tecnología fotográfica, permitieron también el surgimiento de la fotografía documental y más tarde del fotoperiodismo Jacob Riis fue un reportero y fotógrafo que denunció en su libro fotográfico “Cómo vive la otra mitad”, publicado en Nueva York en 1890, la miseria en la que vivían los habitantes de los barrios más pobres, documento fotográfico que no hubiera podido realizarse sin el auxilio de la placas secas y cámaras portátiles.