La historia de la fotografía.

Porqué y para qué tomamos fotografías?

Solemos contestar que queremos detener el paso del tiempo, perpetuar el recuerdo de la emoción, producir una imagen que nos sobreviva, dejar una huella,  transformar el mundo, cambiar a las personas, capturar un momento, expresar un punto de vista, o simplemente contar una historia.

Pero no bastan nuestras buenas intenciones para producir fotografías  que logren hacer alguna de estas cosas, es necesario comprender los mecanismos y los sentidos de la fotografía, practicar la técnica y también, conocer su historia.

Para poder producir una imagen que sea significativa, que signifique algo, tenemos que tener alguna noción acerca de las fotografías que han sido producidas con anterioridad a nosotros.

El conocimiento de la historia de la fotografía debe pertenecer a nuestro repertorio de recursos sensibles. ¿Que son los recursos sensibles? Son las experiencias sensoriales, en este caso visuales que tenemos incorporadas, que podremos confrontar con la realidad y utilizar para producir una imagen más elaborada.

Nuestro conocimiento sobre la historia de la fotografía va a determinar la calidad, y el sentido de las imágenes que vayamos a producir.

Los espectadores de nuestras fotografías ha visto antes muchas otras fotografías en contextos y tiempos diferentes al nuestro, y también han visto pinturas, carteles, películas, videos, webs y otros artefactos visuales, por lo que es importante para nosotros saber situar en este contexto nuestra producción visual.

También es necesario conocer la historia de la fotografía para no repetir algo que ya se haya hecho. La idea de originalidad es central en la creación, obviamente si no hay originalidad no hay creación.
Si no desarrollamos algo nuevo estamos reproduciendo, copiando, simplemente fabricando lo que alguien ya creó antes.

Foto: Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados