Cuando intentamos describir el  color de una imagen  pueden aparecer en nuestras descripciones fallas e interferencias.

Las herramientas digitales de las que disponemos en la actualidad  son complejas, y aplicarlas sin un sistema de análisis previo de la imagen  no guarda relación con su capacidad.

Existen muchas formas de describir el aspecto visual de un color. Una de  ellas puede ser recurrir a analogías verbales. Podemos decir que un color es “rosa viejo”, “verde inglés” o “marfil”. Pero si queremos ir  más allá de una situación poética, resulta difícil hacer una corrección de color a partir de estos datos.

Lo mismo ocurre con términos tales como “fuerza” “vida”,  “realismo” o “impacto”, que surgen desde lo afectivo pero que tienen escaso poder para servir de base a un tratamiento eficaz de la imagen; en una discusión entre un fotógrafo y un impresor, o entre un cliente y un fotógrafo,  estos  términos suelen servir para confundir aún más las cosas.

La psicología y la antropología han estudiado a través del relativismo lingüístico cómo el lenguaje afecta la manera en la que pensamos el mundo. Lo que digamos acerca del color afectará el modo en el que interactuemos con él.

Podemos recurrir a valores numéricos que representen un color, por ejemplo los valores RGB o CMYK, pero para tener sentido estos valores deben estar en relación a un espacio de color determinado y específico.  Además, los humanos no podemos imaginar un color a partir de una coordenada de tres valores numéricos absolutos, siempre necesitaremos un dispositivo como una computadora o una guía impresa de color para traducir estos valores numéricos a colores.

Lo cierto es que para trabajar con colores debemos disponer de un sistema de pensamiento que permita sistematizarlos y describirlos, prescindiendo de cualquier dispositivo, para luego tomar decisiones acerca de ellos.

Uno de los mejores métodos para describir y comparar colores entre sí fue inventado mucho tiempo antes de la era digital, a principios del siglo XX. Se trata del sistema Munsell, que describe los colores en base a su Tono, Saturación y Luminosidad, magnitudes que las personas podemos entender claramente a través  del concepto de una esfera en la que pueden estar descriptos y relacionados entre sí todos los colores visibles, a la manera de un mapa de tres dimensiones.

Albert Munsell, su creador,  fue un pintor y profesor de arte que nació en Boston, Estados Unidos, en 1858. Se dedicó a la pintura de paisajes, marinas y  retratos, y también a la enseñanza académica en el Massachusetts College of Art

También  desarrolló diversos inventos relacionados con la visión que obtuvieron patentes comerciales: el primero de ellos fue un simple atril para pintores, luego un fotómetro de comparación visual y finalmente el sistema de notación de colores que conocemos con su nombre: un intento temprano de crear un sistema exacto para describir los colores  que ganó aceptación internacional y sirvió de base para otros métodos de clasificación del color como el CieLab .

Munsell quiso crear  “una manera racional de describir el color”, que pudiera utilizar una notación decimal en vez de nombres de colores que él consideraba “tontos y engañosos” para enseñar a sus estudiantes acerca del color, reflexionando sobre la necesidad de un  plan sistemático de colores para la preparación mental y secuencial de la paleta de un pintor.

En 1905, persiguiendo la meta de que “la anarquía sea sustituida por una descripción sistemática de los colores”, Munsell publicó la primera edición de  su tratado de 67 páginas  “A color notation” (Una notación del color), en el que describía un sistema original para especificar colores, donde  logró  dar forma científica a sus  ideas artísticas.

Munsell  orientó su sistema al ámbito científico y artístico, pero además lo patentó, fundando  en 1917 la Munsell Color  Company, empresa  que implementó sistemas de control de color para la industria, el comercio y el gobierno. También desarrolló su propia marca de crayones de color  (Munsell – Crayola), en la tradición norteamericana de los emprendedores como Edison, Ford,  Gates o Jobs quienes, sin hacer grandes hallazgos científicos, implementan y sistematizan tecnologías dando origen a empresas exitosas.

Imagen Izq. el sistma de Munsell – Imagen Der. Vista interna del sólido de Munsell

Descripcción

El sistema de Munsell  consiste  en tres dimensiones basadas en la respuesta humana al color: Tono, Saturación y Valor.  El sistema no involucra ningún tipo de matemáticas y es  tan sencillo como comprender  las tres dimensiones de un objeto sólido. Este objeto es el Sólido de Munsell, una esfera que tiene tres dimensiones. El sistema permite evaluar los colores de un objeto sólo con nuestra vista, asignándole al color que pretendemos clasificar un lugar en sus tres dimensiones

Tono (Hue)

La primera dimensión del color es definida como la cualidad por la cual distinguimos un color de otro. El tono es el nombre del color: Rojo, Amarillo, Verde o Púrpura. Está dimensión no tienen cuenta si el color es oscuro o claro, fuerte o débil. Simplemente se refiere a la posición del color en el espectro de colores, del mismo modo en el que nosotros podemos encontrarlos en la descomposición de la luz a través de un prisma. Imaginemos que estos colores están dispuestos en una cinta de acuerdo a su orden en el espectro luminoso y esta cinta es colocada alrededor del “ecuador” de una esfera. Cada color tendrá un color opuesto, situado en su antípoda.

Valor (Brightness)

El valor es la segunda dimensión del color y posiblemente sea la más simple de comprender de acuerdo a la definición de Munsell:   “Valor es la cualidad por la cual distinguimos un color claro de un color oscuro”. Podría identificarse con la luminosidad.

El valor se representa  verticalmente a lo largo del  centro del sólido de Munsell. El “Polo Sur”  de la esfera representa al negro  mientras que el “Polo Norte” contiene al blanco. Los valores grises están ubicados  a lo largo de este  eje vertical  que va del negro al blanco.

Un color que nosotros denominamos  “marrón” es un ejemplo de rojo que es muy bajo en valor. Cuando decimos “rosa” estamos hablando de un rojo que es alto en valor porque es claro.  Una vez que nos hayamos familiarizado con estas dos dimensiones básicas  y las hayamos comprendido podremos considerar la tercera dimensión, sin la cual la descripción de un color sería incompleta.

Saturación (Saturation)

Una vez que hemos determinado si un color es verde claro  o azul  oscuro hemos identificado dos cualidades importantes, pero no los hemos descripto completamente.

¿Qué es la saturación? Es la pureza o intensidad de un color particular y puede también ser definido por la cantidad de gris que contiene: mientras más gris más neutro es un color, es menos brillante o menos «saturado».  Podríamos decir que una  esmeralda es verde y clara pero también encontramos ciertas hojas de pasto que son verdes y también claras. ¿Podríamos encontrar una diferencia entre sus colores? La  esmeralda es más fuerte en color,  la hoja es más débil en color o más grisácea. Esta diferencia se  denomina  Saturación

Mediante la combinación de estos tres parámetros podemos representar en nuestra mente un color. Podemos imaginar un rojo  muy  luminoso y saturado, o un verde poco saturado y poco luminoso.

El sólido de Munsell  es entonces una esfera, cuyos meridianos van variando horizontalmente de color, con los colores más saturados en la superficie, los menos saturados hacia el centro, que es monocromático , los más oscuros en el polo sur y los más claros en el polo norte.

Si se realizan “cortes” en el sólido, estos pueden ser impresos, dando lugar a los Atlas de Colores que se siguen editando en la actualidad.

 

La notación del sistema de Munsell contempla un código de tres partes:

Un letra, la inicial del color en inglés por ejemplo G para el verde.
Un número ubicado en primer término o a la izquierda de una barra, que indica la luminosidad
Un número colocado a la derecha o de bajo de esta barra, que indica la saturación

Así G 7/2 indica un verde muy claro y poco saturado, y B 4/9 un azul oscuro y muy saturado.

Más allá de la notación, que puede usarse o no, lo importante es el concepto de la clasificación.

El color de un vestido en la  fotografía  no coincide con la realidad. ¿Se debe a un cambio de Tono, de Valor o de Saturación?

Una foto de paisaje tiene colores reales, pero no es atractiva si la comparamos con otras. ¿Es un problema de Valor o de Saturación?

Queremos elegir un fondo para una toma en estudio. ¿Nos ayuda pensarlo en términos de Tono, Brillo y Saturación?

Hemos elegido fotografiar un color que el sistema que usaremos para imprimir no reproduce. ¿Cómo podemos elegir un color más parecido o que tenga un efecto similar sobre la imagen dentro del espacio de color del sistema de impresión?

Como podemos ver, lejos de ser un planteo  teórico, el sistema de Munsell se conecta de forma práctica con nuestra tarea diaria. Ha sobrevivido a numerosos cambios tecnológicos porque es un modelo mental, independiente de la tecnología.

En próximos números mostraremos el modo de implementar el uso adecuado de HSB en Lightroom y en Photoshop, y también mediante la iluminación, para pensar y actuar el color de un modo más humano.

Mariano Molinari