En la época de los soportes analógicos, la copia fotográfica en papel, el negativo o la radiografía contenían en sí mismos muchos datos acerca de la propia fotografía, además de la propia «información visual» de la imagen que se había registrado,.

Las dimensiones de una transparencia 6 x 6 daban la idea del tamaño al cual puede ampliarse esa imagen. El sello de un fotógrafo en el dorso de una foto indicaba el nombre del autor, el teléfono de su estudio y su domicilio. Una firma en lápiz o en tinta certifica la  autenticidad de una copia de autor. La carta de color fotografiada junto a un objeto nos hablaba acerca de las condiciones lumínicas de la toma, así como los números introducidos en una radiografía mediante  materiales radio-opacos posibilitaban la identificación de un paciente.

Los archivos de los diarios o de las instituciones  científicas archivaban las copias analógicas en sobres con información escrita. Por otra parte, la calidad de una imagen podía ser evaluada por un experto (editor, médico, investigador, perito) con una rápida mirada, auxiliada en algunos casos por una simple lupa.

La revolución informática ha cambiado todo esto, introduciendo nuevas problemáticas que reclaman soluciones adecuadas.

Estándares de calidad

Cuando el fotógrafo entrega su trabajo digital a una editorial, a un estudio de diseño o a un cliente final, debería atenerse a algún tipo de norma que garantice la integridad de su trabajo. Inversamente, los receptores de las imágenes deberían contar también con normas adecuadas para un control de la calidad de los trabajos que solicitan. Aproximadamente un 10% de los trabajos que hace nuestro estudio  (y los de otros colegas) está compuesto por fotos que los clientes encargaron pero que «no sirvieron». Hay en nuestro país historias reales sobre trabajos de fotografía digital encargados por empleados de empresas que luego debieron ocultarlos o cajonearlos por temor a perder sus puestos en vista de los resultados alcanzados (y de los costos abonados).Y no estoy hablando de empresas pequeñas. Esto nos habla del desconocimiento de la existencia de sistemas de control de la  calidad y su modo de aplicación por parte de los involucrados directos.

Conocen los editores el espacio de color en el que deben solicitar las fotografías digitales? Saben los responsables de marketing de las empresas a cuantos Megapixeles deben solicitar una foto para un aviso de página? Y tienen idea de cómo comprobarlo?

Por que circulan Argentina archivos con especificaciones SWOP para Estados Unidos? El problema no es menor, y tiene un alcance mundial.

Las especificaciones DISC

En el año 2003 Kin Wah Lam, director de desarrollos digitales de la empresa Time, Inc,  que es la primera editorial de revistas de Estados Unidos e Inglaterra y la tercera de México, sugirió la idea de desarrollar unos lineamientos que tendieran a  evitar esta problemática y surgió así DISC (Digital Image Submission Criteria/Criterios para la Presentación de Imágenes Digitales).

En la Argentina, las especificaciones DISC han sido difundidas por la Fundación Gutenberg. La misión de DISC es desarrollar un conjunto de especificaciones para fotógrafos e ilustradores con el fin de estandarizar los formatos de imagen para ser presentados para su publicación. Estas especificaciones tienen en cuanta la máxima calidad de reproducción así como la velocidad del ciclo de trabajo y contienen datos relativos al tamaño de imagen, resolución, compresión, espacio de color, formato de imagen y modo de redactar los metadatos.

Esto significa que aquel que solicite un trabajo fotográfico puede hacer referencia a estas especificaciones, y quien lo entrega puede alinear su producción con ellas para lograr un mejor resultado.

Si bien DISC no ha sido creado para este fin, muchos servicios de impresión podrían remitirse a estas normas, con el fin de advertir a sus clientes acerca de la calidad  que pueden esperar de sus archivos una vez impresos.

Los formatos propuestos para la entrega de fotografías son estos: JPG calidad 8 o superior en el caso de los archivos comprimidos o DNG en el caso de los archivos crudos. Es importante consignar que no se propone el JPG calidad 8 o superior como formato de toma, sino simplemente como formato para enviar las fotos vía Internet.

La opción del formato abierto DNG para los datos crudos es para evitar el uso de los formatos propietarios de las diferentes marcas de cámaras., resulta posible. Se puede convertir cualquier archivo RAW (CRW de Canon, NEF de Nikon, ORF de Olympus, RAF de Fuji)  en un archivo DNG de estándar abierto mediante el DNG Converter, programa gratuito de Adobe.

En cuanto al espacio de color, la recomendación es trabajar desde la toma en el espacio Adobe RGB y descartar por completo el sRGB, que viene como opción por defecto en el menú de una gran mayoría de las cámaras digitales.

También existe una Tabla de Categorías DISC  2007, para referirse al tamaño de impresión en relación con tamaño del sensor de una cámara expresado en  Megapixeles.

Tamaño de imagenMedida de ImagenCategoría A  300 dpiCategoría B  250 dpiCategoría C 200 dpi
Doble Página28 cm x 43 cm16 MP12 MP7.5 MP
Página Completa21,6 cm x 28 cm8 MP6 MP4 MP
Media Página14 x 21,6 cm4 MP3 MP2 MP

Acerca de los Metadatos

La integración de las fotos en un flujo de datos es una prioridad para fotógrafos y editores. Los metadatos aseguran la accesibilidad a las imágenes, al tiempo que constituyen una valiosa fuente de información y agregan valor.

Que son los metadatos? Simplemente se trata de información en forma de texto introducida dentro del archivo de imagen. Se trata de datos acerca de datos.

Hay metadatos que son escritos por la cámara y nos informan sobre las condiciones de exposición, sensibilidad,  tipo de cámara y flash usados, sistema de enfoque, hora y fecha.

Si nos dirigimos en Photoshop a File/File Info o si presionamos Alt+Shift+Ctrl+I , vamos a ingresar a la ventana de los metadatos editables, donde podemos agregar datos acerca de la foto. Este sistema de metadatos esta estructurado en Photoshop de acuerdo a las normas de la Internacional Press Telecommunications Council, para que el autor de la foto pueda incorporar datos acerca del género de la fotografía, el país y la ciudad donde fue tomada, el e-mail del autor, el título de la imagen, una descripción de la misma, etc. Las especificaciones DISC también aportan criterios unificados para la redacción de estos metadatos. También resulta posible mediante Photoshop u otros programas como MediaPro o PhotoMechanic aplicar metadatos a grandes conjuntos de archivos.

En áreas como la medicina, la investigación científica o la documentación histórica, el uso de metadatos adquiere una importancia particular, porque estas imágenes carecen de relevancia sin datos que describan la situación fotografiada. Las fechas pueden ser cruciales. Para investigaciones sobre el terreno en arqueología o ciencias naturales, con un navegador GPS (Global Positioning System) y una   cámara equipada con la correspondiente entrada para el navegador, resulta posible incluir  en los metadatos las coordenadas de latitud y longitud del punto donde se tomó la foto, así como también la altura sobre el nivel del mar.

En el caso de los archivos JPG los metadatos quedan escritos dentro del archivo, en tanto que en el caso de los RAW estos se almacenan en el archivo «sidecar» o *.xmp que los acompaña. Por esto resulta último aconsejable la conversión a DNG, dado que en este caso los metadatos quedan alojados “dentro” del archivo.
La capacidad de archivo de metadatos es bastante grande, hay campos en los que entra todo el texto que compone esta nota.

Se acerca un nuevo concepto de archivo fotográfico que incluya información no fotográfica. Nos aproximamos a la idea del “paquete de información” acerca de una situación determinada, que además de datos visibles pueda incluir otras descripciones posibles de los objetos del mundo real. Existen programas que pueden determinar el predominio de ciertos valores de píxeles y en función de esta información devolvernos una palabra, por ejemplo “verde” que puede incorporarse a una base de datos o volcarse en forma de metadata al interior del archivo. En  el futuro podría extraerse aún  mas información, por ejemplo la  presencia de personas, contrastes, esquemas de color o de determinados objetos, algo que por otra parte ya hacen los programas de vigilancia.

La percepción de la fotografía puede alterarse si accedemos a los metadatos o elegimos no hacerlo. Como los metadatos son texto, pueden ser rastreados al colocar las fotos en Internet. Cuanto más acertada sea la descripción de la fotografía en los metadatos, o más valiosos sean los metadatos, mas relevancia tendrá esa fotografía en una búsqueda on-line. De esta forma queda afectado el negocio de los bancos de imágenes, porque en cierto modo estos eran repositorios de metadatos analógicos.

Ahora el banco de imágenes es la web misma. Como ocurrió con otros negocios, la digitalización se llevó por delante a estas empresas. Los bancos de imágenes solo podrán sobrevivir si tienen un papel activo en la creación de contenidos visuales o si funcionan como editores, garantizando la excelencia de sus “activos digitales”. Su “poder administrativo” desapareció cuando apareció Internet.

Por estas razones resulta importante que los fotógrafos tomemos el control de las descripciones de nuestro trabajo digital, así como de los datos que pueden crearse a partir de nuestras imágenes.

La última edición de las especificaciones DISC

Para buscar más información:

– Internacional Press Telecommunications Council www.iptc.org/
– Universal Photographic Digital Imaging Guidelines www.updig.org/

Mariano Molinari
(Copyright Mariano Molinari)