En primera instancia todo parece sencillo. Simplemente le damos un nombre a cosas que antes no existían en nuestro campo de trabajo. Decimos «memoria RAM» o «pixel» y creemos saber exactamente a qué nos estamos refiriendo.

Pero en términos de lenguaje las cosas no son tan sencillas. Pensamos usando palabras. Y estas palabras terminan creando a su vez nuevas realidades.

Reflexionar sobre estos mecanismos puede ayudarnos a comprender mejor el impacto de la fotografía digital sobre nuestro oficio.

Acerca de los neologismos

Un neologismo es una palabra de nueva creación. Según la Real Academia Española, «es todo vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua».

Por ejemplo, la palabra «Gas» fue creada en el siglo XVII por el químico belga van Helmot, y en su momento fue un neologismo, que designaba un nuevo concepto. Hoy esa palabra forma parte de nuestro idioma.

Las palabras absolutamente nuevas en el área de la fotografía digital son relativamente pocas: BIT, byte, píxel.

En realidad muchos términos nuevos son palabras ya existentes a las que se dota de una nueva acepción, un nuevo significado que una palabra recibe en el habla. Los conceptos de tarjeta de memoria, formato, sensor emplean palabras ya existentes, las que reciben un nuevo significado.

Aquí, el problema consiste en desprendernos del sentido habitual de una palabra y asignarle un sentido nuevo. Pero, ¿es esa operación tan transparente?

Veamos un ejemplo: Cuando hablamos de «borrar» un archivo de imagen de una tarjeta o de un disco rígido tendemos a creer que se trata de una situación similar al borrado de una escritura con una goma de borrar. Sin embargo, sabemos que la realidad del borrado digital es bien distinta a la del borrado físico. Si pretendemos comprender el borrado digital por analogía con el borrado físico cometemos un error conceptual, que nos va a llevar a errores en la práctica. (Ver nota sobre recuperación de archivos)

No es conveniente hacer una analogía directa con el uso habitual de una palabra cuando pasamos a utilizar esa palabra como neologismo en el mundo digital.

A partir del uso de una determinada palabra como neologismo solemos creer que su sentido pasa intacto a la nueva significación. Pero no siempre es así, y esta creencia suele llevarnos a serios errores.

Anglicismos

Todos los desarrollos en fotografía digital son en idioma inglés. Lo que leemos en español es generalmente una traducción, que a veces es desordenada a causa de la urgencia por comunicar.

Se crean nuevas palabras a partir de la deformación de su original ingles, dando lugar a nuevas expresiones que no tienen una grafía única.

¿Cómo se dice – o como se escribe : Butear o bootear ? Buffer o búfer… o mejor aún bafer…

Un lugar de honor es para el querido y veterano diskette, o disket, o floppy, o disquete.

Tampoco hay grafías únicas: CD, CD-ROM, CD-rom. ¿Cuál es la correcta? ¿Y como escribimos CD en plural? También hemos hallado la grotesca expresión «cederrón» aceptada por la Real Academia Española y usada con total soltura junto a «deuvedé», en muchas publicaciones de la península ibérica.

Yendo a la práctica: ¿Habrá alguna diferencia entre borrar y deletear?

La velocidad del cambio hace que incorporemos palabras en inglés a nuestra habla habitual. Cuando la traducción oficial llega, ya es demasiado tarde.

Las grandes empresas la embarran así cuando tratan de ofrecer textos o informaciones completamente traducidos al español.

Los sufridos hispano parlantes, que aprendimos los anglicismos correspondientes sin chistar tenemos que luchar ahora con traducciones literales al español. ¿Será lo mismo un driver que un manejador? ¿Estaré más cómodo con un joystick o con una palanca de juego?

Personalmente he recibido consultas de traductores que debían volcar al español términos de fotografía digital. Generalmente la palabra española «correcta» no era la usual o la más comprensible. ¿Cómo decirle a un fotógrafo que utilice un enchufe, una extensión o un enchufable si todos hablan de un plug-in?

Cada país hispano parlante agrega su propia versión: clickear, cliquear, hacer clic, pinchar, dar clic, picar…

El capitulo de las siglas convertidas en palabras no es menor. El uso de una sigla tiene como objetivo desarrollar un nuevo concepto y recordarle al hablante, como un ayuda memoria, el origen de la expresión. Pero como el origen de la expresión esta en inglés, para muchos el significado de estas siglas permanece en la oscuridad

Por ejemplo: el CCD es el Charge Coupled Device, en español Dispositivo de Acoplamiento de Carga. JPEG corresponde a Joint Photographic Experts Group.Y RAM significa Random-Access Memory.

Para quienes deseen estar al día y profundizar en el aprendizaje de la tecnología fotográfica digital, el idioma inglés es imprescindible.

Algunas joyas oídas al pasar

Sharpear: Aplicar el proceso de Sharpening o aumento de la resolución aparente a una imagen. Blurrear: Aplicar Blur, o borronear una imagen.

La serpiente se muerde a sí misma la cola cuando un cliente (diseñador, director de arte o simple mortal) nos pide que tomemos una foto con el fondo «blurreado», como si el fuera de foco pudiese compararse a la aplicación de un filtro en Photoshop.

Estas confusiones no deben tomarse como algo menor. Evidencian una confusión entre la realidad y su posible imitación mediante una computadora.

Resulta notable la noción que tiene el público general de la capacidad del Photoshop. Cada vez que trabajo delante de alguien con la cámara digital y la laptop alguien lo menciona como instrumento mágico. La palabra Photoshop se ha incorporado a la cultura popular. Ningún otro software ha logrado algo así. Nadie le menciona el Illustrator a un diseñador, ni habla del Auto-Cad frente al arquitecto. Nadie le hablaba al fotógrafo de la ampliadora o del D-76 en la época pre-digital.

Los fotógrafos deberíamos tomar cuenta de esta situación y analizar las posibles implicancias a futuro de estas situaciones. El lenguaje pone de manifiesto realidades existentes, pero también crea nuevas realidades.

¿Captura o Toma?

Analicemos ahora un neologismo central en el tema de la fotografía digital: La captura.

El diccionario español define la captura como «… aprehender, apoderarse de cualquier persona, animal o cosa que ofrezca resistencia.»

Esta noción de algo que opone resistencia es nueva para los fotógrafos, que hemos siempre usado expresiones como «tomar», «hacer» o «sacar» una foto.

Evidentemente, «captura» viene del inglés «capture» que si bien alude también al concepto de capturar algo que ofrece resistencia, tiene además como acepción el «captar» un parecido, cosa que no ocurre con «captura» en español.

Para crear una fotografía podemos recurrir a varias «capturas» diferentes de la misma escena y luego combinarlas entre sí. Para hacer una foto final podemos hacer muchísimas «capturas» distintas y luego elegir la mejor.

El resto se borra o se descarta (… y que ocurre con ese resto?) Así como podemos hacer varias puestas de cámara distintas, recorrer una escena mirando por el visor y eligiendo -sin fotografiar- el ángulo definitivo, el punto desde el cual haremos la foto definitiva, ahora podemos hacer distintas «capturas», para seleccionar en la computadora la imagen definitiva. El proceso de creación se desplaza al momento de la post producción de la imagen en la computadora.

Solo determinados géneros fotográficos soportan este proceso. Pero la realidad es que el fotógrafo dotado de herramientas digitales recoge imágenes sin limite para luego elegir sobre un nuevo espacio visual, el browser de imágenes de la computadora

La captura aparecería así como un una instancia inferior o subalterna a la toma fotográfica, una instancia previa que solo es legitimada en el momento de la edición posterior. Parece surgir así una nuevo mecanismo de recolección de contenidos que luego serán evaluados.

Edward Weston en una foto de Tina Modotti

Esta edición esta marcada por la idea de la destrucción de todas las capturas no seleccionadas. Quiero decir que las capturas digitales son sospechosas o frágiles o endebles, y que pueden ser destruidas hasta el momento de su edición final. En la fotografía analógica, hasta los negativos descartados se conservan, hasta las peores fotos quedan en el rollo. La destrucción de un negativo obedece a presiones de diferente tipo o a imperativos morales. Se dice que Edward Weston destruyó una parte de sus negativos anteriores a 1922, que no formaban parte de su obra de fotografía directa (straight )

El negativo se tira muchas veces a la basura, pero no se destruye.

Escenas de la vida prostibularia en el hallazgo de Ceppi

Una prueba de esto es la muestra «Lupanar: buscando a Clara Beter, serie de fotografías prostibularias (circa 1940)» La hija del fotógrafo Ricardo Ceppi encontró tirado en la calle un rollo de negativos 35 mm que contenían escenas de la vida prostibularia de los años ´40 en la provincia de Buenos Aires, que su padre copió y exhibió. Alguien guardó durante 60 años ese rollo 35 mm. ¿Que hubiera pasado en nuestra época con algo similar si se tratara de fotos digitales?

Los rollos hallados en la calle. Por más de sesenta años, permanecieron guardados, nadie los destruyó.

Entre la destrucción voluntaria de Weston, el hallazgo de Ceppi y el borrado sistemático de imágenes digitales que hacemos a diario podemos tratar de encontrar una clave para nuestras nuevas conductas.

http://www.clarin.com/diario/2005/08/09/sociedad/s-04101.htm

El archivo

¿El archivo es la foto? ¿La representación de ese archivo en el monitor es la foto? O solamente podemos hablar de foto cuando volcamos el archivo en una copia?

¿El monitor da legitimidad o es la copia quien otorga categoría de legítima a una imagen?

La fotografía siempre necesitó legitimarse en la impresión, contrastar lo «visto» en el momento de la toma con lo representado en el papel.

Robert Frank dijo «Hago fotos para ver como lucen las cosas fotografiadas».

La imagen digital siempre esta en estado transitorio. Descompuesta en capas, albergada precariamente en dispositivos volátiles, sujeta a eternas revisiones, comprimida y descomprimida, solo puede aspirar a convertirse en fotografía cuando se materializa en papel.

El browser de la computadora. Aquí mueren muchas imágenes.

Mariano Molinari
(Copyright Mariano Molinari)


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