En la fotografía analógica, las correcciones de color tienen lugar cuando hay un copiado de un medio a otro. Corregimos un negativo subexpuesto dando un tiempo de exposición breve. Un negativo excesivamente denso se corregirá, en cambio, aumentando su tiempo de exposición sobre el papel fotográfico.

Sin embargo, al tratarse de imágenes digitales, no hay un paso de un medio a otro. Lo único que podemos hacer es cambiar el valor de los píxeles. No podemos crear información.

Veamos un ejemplo:


El histograma correspondiente a la fotografía 1 nos presenta un caso de subexposición. Es un archivo con una profundidad de color de 8 BIT. La imagen consta de píxeles con valor de 0 a 130. Dentro de este rango de 130 píxeles esta representada la totalidad de la foto. Podemos decir entonces que además de una subexposición hay una compresión del rango tonal, porque una imagen que podría emplear la escala completa de 0 a 255 valores, está abarcando en realidad sólo 130 valores. Esta reducción de la escala tonal asociada a la subexposición es  similar a lo que ocurre cuando empleamos película.

Ahora efectuamos una corrección empleando la herramienta Niveles Levels, indicándole a Photoshop que reasigne los valores de la imagen para que el valor 130 se convierta en valor 240, y los valores subsiguientes hacia abajo tomen el lugar correspondiente de acuerdo a un intervalo proporcional.
Sin embargo, como disponemos solo de 130 valores para representar la escena, y no podemos  generar valores intermedios, lo que estamos haciendo es readministrar los datos para que cada uno de los valores ocupe un lugar correcto  para mostrar una escena con buen rango dinámico. Sin embargo, nos faltan los valores intermedios.

Así es como se forma el  efecto peine, llamado así por la similitud del histograma resultante con  el perfil dentado de un peine. Hemos resampleado los valores de la escena para simular una escala tonal correcta, pero contamos con menos valores de los necesarios para tener una buena continuidad tonal. Estamos así ante un efecto de posterización, en el que nos faltan los valores intermedios.

¿Cómo podemos evitar esta situación?

Trabajando en RAW. Al tratarse de un formato de archivo con una profundidad de color de 16 BIT, disponemos de  65.536 valores diferentes para representar la escena, en lugar de los 256 de disponibles al trabajar a 8 BIT.

Como necesitamos solo 256 valores diferentes para volcar la imagen en cualquier dispositivo de impresión, si reducimos la escala tonal al hacer una corrección en un archivo de 16 BIT, cuando pasemos ese archivo a 8 BIT siempre tendremos una escala tonal completa.

El trabajo con archivos de 16 BIT de profundidad de color como RAW, en lugar de archivos TIFF o JPG de 8 BIT nos permite correcciones mas profundas y con menor pérdida de calidad.

Siguiendo estos consejos, evitaremos perder calidad al corregir una fotografía digital

Mariano Molinari
(Copyright Mariano Molinari)


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