El 19 de agosto de 1839 Louis Daguerre presentó en la Academia de Ciencias de Francia el daguerrotipo, el primer método práctico para producir fotografías, liberando su patente a cambio de una pensión anual de 6.000 francos entregada por el gobierno francés.

Daguerre había monetizado así su invención, de una manera mas segura que si lo hubiese hecho a partir de la explotación directa del daguerrotipo en forma comercial. Aún si lo protegía mediante una patente, su invento era tan novedoso que no tardarían en aparecer imitadores y usuarios no autorizados, arruinándolo.

Daguerre imaginó primero un sistema de venta de su patente a través de cuotas parte o bonos sobre la misma, pero el diputado François Arago lo persuadió que el mejor camino a la gloria y la prosperidad era la liberación de la patente a cambio de la pensión vitalicia.

Imaginemos el mundo de 1839. No hay electricidad, las personas cocinan con fuego o carbón, se movilizan a pié o a caballo si se pueden pagar este lujo. La navegación es a vela, recién han aparecido los barcos a vapor. Las oportunidades de ver imágenes no eran muchas. Visitar una iglesia, hojear una Biblia ilustrada o mirar una lámina o un dibujo en casa de un vecino eran las ocasiones en las que un ciudadano común podía ver  imágenes. Las visitas a  museos no eran habituales, y los periódicos sólo tenían texto.

Los retratos al óleo estaban reservados a los muy ricos, que podían pagar un pintor, y por eso eran populares las miniaturas, pequeños retratos pintados por artistas a veces no muy experimentados.

La disponiblidad de un medio técnico que pudiese producir imágenes casi perfectas a un precio accesible, sin ninguna restricción, dió lugar a la «Daguerrotipomanía» , y no hubo un rincón del mundo en el que no hubiera  un daguerrotipista, o fotógrafo, como se los comenzaba a llamar.  Así comenzó todo.

19 de agosto día de la fotografía